Cómo pintar puertas de interior

1. Prepara el área de trabajo

No hace falta quitar las puertas de interior de sus bisagras, simplemente coloca una lámina plástica u hoja de diario debajo de la puerta para que caigan allí las gotas que chorreen. Retira los picaportes o cerraduras y colócalos en un lugar seguro, si te ves incapaz de hacer esto encíntalos con cinta de pintor y mucho cuidado para que la pintura cubra toda la puerta pero no la manilla.

2. Lija la superficie

Usa una lija de grano medio o fino para dejar la puerta con una apariencia y textura lo más suaves posibles. Lo mejor es intentar evitar que se vea demasiado "pulida", la pintura se fijará mejor si la superficie tiene un poco de adherencia.

3. Prepara tus materiales

Si vas a pintar una puerta lisa sin paneles ni molduras, te recomendamos que elijas un pincel de 10 cm o mejor un rodillo pequeño para esmaltar/lacar. ¿Vas a pintar puertas con paneles? Entonces vas a necesitar un pincel pequeño de 5 cm.

4. Humedece la superficie

Usa un paño o una esponja para mojar ligeramente (sin empapar) la superficie de la puerta. Este truco te va a ayudar a prolongar el tiempo que la pintura demora en secarse para que tengas más plazo para aplicarla y que queden menos vetas.

5. Aplica el fondo

Usar la Preparación Acrylic Universal de Bruguer al agua te va a ayudar a que la pintura corra con mayor facilidad. Aplica una capa de fondo y déjala secar (lee las instrucciones de secado si no sabes cuánto demora).

6. ¡Empieza a pintar!

Aplica el esmalte Bruguer Acrylic que prefieras con pinceladas uniformes y anchas a lo largo de la superficie de la puerta. Si puedes, intenta evitar volver sobre las superficies que ya pintaste, esto te ayudará a crear un acabado homogéneo. Te recomendamos aplicar dos capas y dejar secar la pintura entre una y otra mano. Una vez que la puerta esté pintada y seca, vuelve a colocar la cerradura y el picaporte ¡y admira tu trabajo!

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